Lehikoinen
et al (2018) analizaron las
tendencias de las aves de montaña en el ámbito europeo, concluyendo que en conjunto están en declive [
enlace]. El estudio cubría
44 especies en 11 áreas montañosas de 12 países. En promedio,
el declive fue significativo (−7%) durante 2002–2014 (12 años), siendo mayor para las aves
especialistas de montaña (-10%) que para las generalistas. Por áreas, el declive fue mayor en Escandinavia (-20%) y en
España (-21%). Resultados en España (
ver detalles):
14 especies analizadas, 11 en declive, una estable (mirlo capiblanco)
y dos en aumento (chova piquirroja y pardillo común). Las
especies con mayor disminución son, por este orden: roquero rojo, chova piquigualda, bisbita alpino, alondra común, escribano montesino y colirrojo tizón. El
declive es menor en: tarabilla norteña, verderón serrano, avión roquero, collalba gris y cernícalo vulgar. No hubo ningún registro de gorrión alpino y ruiseñor pechiazul. Para España se utilizaron los
datos del SACRE por encima de 1.300 msnm de 131 cuadrículas (1998-2014).
Extremadura es una región poco montañosa con una
representación marginal de la alta montaña,
entendida como aquella por encima del límite del arbolado, donde habita una
reducida comunidad de paseriformes. La aportación extremeña al estudio anterior se reduce a la cuadrícula TK64 del
proyecto SACRE (Sierra de Tormantos, vertiente sur de Gredos), con
10 paradas entre 1.200 y 1.500 msnm por encima del límite de arbolado continuo muestreadas dos veces cada primavera durante 15 años (Prieta, 2005-2019). A pesar de lo reducido de la muestra,
el declive de algunas aves de montaña es evidente sin necesidad de cálculos estadísticos. De las especies de montaña arriba citadas y
presentes en Extremadura, algunas
crían a más de 2.000 msnm y su estatus regional se desconoce (
bisbita alpino, acentor alpino ó ruiseñor pechiazul), otras
crían a más de 1.500 msnm y en el SACRE TK64 no son detectadas (
alondra
común y collalba gris), y las hay criando en
montañas de cualquier altitud cuya tendencia en alta montaña también se ignora (chova piquirroja, pardillo común, colirrojo tizón y avión roquero).
Como
muestra del declive de las aves de montaña extremeñas ponemos
dos ejemplos: roquero rojo y escribano hortelano, especies estivales que cada vez crían a mayor altitud y
están desapareciendo de sus cotas más bajas.
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Escribano hortelano (Emberiza hortulana). Especie exclusiva de alta montaña en Extremadura con declive continuado en la zona de estudio. Las cifras de 2017-2019 son un tercio de las obtenidas al inicio (2005-2007). La pérdida de territorios se produce sobre todo en cotas bajas (1.200-1.400 mnsm) de la zona de estudio. |
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Roquero rojo (Monticola saxatilis). Ha desaparecido como reproductor en la zona de estudio. Al inicio había al menos tres territorios entre 1.300 y 1.500 msnm. Desde 2010 no se ha vuelto a observar y los territorios actuales en la zona están todos por encima de 1.500 msnm, donde también está en declive. |
Otras
tres especies generalistas que en Extremadura son exclusivas de alta montaña (
acentor común Prunella modularis)
o tienen allí sus mejores poblaciones (curruca rabilarga Sylvia undata y
escribano montesino Emberiza cia), muestran tendencias
estables, dentro de los lógicos altibajos de una muestra tan pequeña. Una característica que
también podría contribuir a esta tendencia estable, es que son tres especies
residentes en la zona.
Por último, otra especie generalista y estival, que en Extremadura es exclusiva de alta montaña, la curruca zarcera Sylvia communis, muestra un evidente aumento (las cifras se han cuatriplicado). La causa podría ser una tímida regeneración del roble melojo en zonas de brezo-piorno, un hábitat que le es más favorable.
Fuentes:
- Javier Prieta. Proyecto SACRE, TK64, 2005-2019. Datos propios.
- Lehikoinen A. y otros 22 autores. 2018. Declining population trends of European mountain
birds. Global Change Biology 2018:1-12. https://doi.org/10.1111/gcb.14522