Como respuesta al cambio climático (calentamiento global), las aves migradoras tienden en general a regresar cada vez más pronto a las zonas de reproducción. Aunque siempre hay excepciones. En el caso de la cigüeña blanca en Extremadura, en el periodo 2017/2018 el regreso ha sido más tardío que nunca. Algo general de acuerdo a las observaciones de los ornitólogos más activos de la región.
Como ejemplo la siguiente gráfica con la fecha de primera llegada a sus nidos de Plasencia (en días del año) entre 1997 y 2017 (aunque faltan algunos años). Se aprecia como en 2017 el regreso ha sido el más tardío registrado. De hecho, esta vez los primeros nidos ocupados, cuatro simultáneamente, se vieron el 1 de enero de 2018. La media es el 20 de noviembre, 40 días antes, y la tendencia es a regresar cada vez más tarde, pasando de volver en octubre a final de los años 1990 a hacerlo en diciembre entre 2009 y 2014, aunque en 2015 y 2016 volvieron en noviembre. La fenología de la cigüeña blanca es hoy día compleja. De acuerdo al seguimiento remoto se sabe que migra a África un 40% de la población y que los jóvenes migran más lejos, acortando su migración con la edad. Es posible que ahora, al haber más aves que se quedan en la península Ibérica, decidan volver más tarde a los nidos, a pesar de tenerlos más cerca. Aunque las razones del fuerte retraso en el otoño de 2017, dentro de la especulación, podría deberse al extraño otoño meteorológico, con altas temperaturas y fuerte sequía, que entre otras cosas ha hecho que haya menos cigüeñas blancas invernantes en Extremadura, en especial en los arrozales. Zonas habituales propicias y muy secas en esta ocasión.
https://twitter.com/apamcyl/status/954087578222907395 YA VALE DE TIRAR NIDOS DE CIGÜEÑA. HAY ALTERNATIVAS...
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